Un 5-0 que tuvo de de todo: primer gol de Gazinsky, doblete de Cheryshev y, para completar, a Robbie Williams y Vladimir Putin de teloneros. Precisamente el presidente ruso fue uno de los que más foco acaparó.
El político aprovechó que todas las cámaras le apuntaban para regalar al país, y al planeta, un mensaje cargado de buenas palabras. Recordó el primer partido de fútbol disputado en sus tierras y, lo más importante, afirmó sentirse orgulloso de una tierra abierta a todos.
Desafortunadamente no todo el mundo lo ve igual y desde el parlamento europeo llega una iniciativa a la que muchos hinchas se han sumado: quieren llenar los estadios de banderas y cordones arcoiris.