Sonrientes y tranquilos, los terroristas justo antes del atentado de Cambrils

Horas después del atentado de las Ramblas, ahí estaban los terroristas. A las nueve de la noche, tres de los terroristas de Cambrils compran mecheros en una estación de servicio de la A-7. Se les ve tranquilos, e incluso el hermano del terrorista de Las Ramblas, Houssaine Abouyaaqoub, ríe. Le acompañan Moussa Oukabir y Omar Hychami. Son tres de los cinco terroristas que acabarían abatidos en Cambrils horas después. Poco a poco se van reconstruyendo sus últimas horas, gracias también al hallazgo de la segunda base operativa de los terroristas. Una masía de Rudecans en la que aparecieron recibos de compra cerca de una hoguera que han revelado que -minutos después de uno de sus viajes a la estación de servicio- los terroristas compraron cuatro cuchillos y un hacha en Cambrils. En los días previos, también compraron una ingente cantidad de acetona, el compuesto que manipulaban para elaborar explosivos. A eso hay que sumar fundas de almohada y bridas que usarían para contener ese material. Pero sus planes iniciales fracasaron: primero por la explosión en la casa de Alcanar y después, cuando uno de los terroristas tuvo un accidente en la AP7 y tuvo que huir dejando atrás la furgoneta que había alquilado. Al final los cinco terroristas salen de la masía montados en el Audi A3, rumbo a Cambrils donde mataron a una persona antes de ser abatidos.